RADIO SOLAR RECARGABLE

El último gol

La familia se reúne en el salón al rededor del radio solar recargable como cada noche. Ahora sin televisión, sin internet, sin streaming ni anuncios de influencers desaparecidos. Todo cayo con el primer pulso electromagnético. El padre gira la antena, ajusta el dial y la estática se convierte, por arte de magia, en una voz familiar.

—Buenas noches, queridos oyentes —dice alegre el locutor y con tono de domingo deportivo—. Aquí estamos, en vivo y en directo para narrar a ustedes la gran final del mundo. Como escuchan, la gran final. Si, señores, por un lado, Estados Unidos y Europa y por el otro, la temible Rusia y China la loca. En el estadio de la estratósfera veremos a los equipos jugar con el balón nuclear hipersónico. Vaya por Dios, ¡Esto promete emociones fuertes!

La madre ríe. El abuelo aplaude. Y los niños sostienen la linterna solar como si fuera una bengala y la mueven en forma de ola.
—¡Sube el volumen! —grita el hijo que sirve una cerveza—, que va a empezar el partido.

—Atención, atención, primer lanzamiento desde la costa oeste americana… Trump vuelve a sorprender. ¡vuela el misil! ¡Qué curva, señores, qué trayectoria! Parece casi inteligente y en pocos minutos impacta en las cercanías de Vladivostok. Que golazo señores. Esto se pone caliente. La reacción no se hace esperar. Desde Asia: ¡doble lanzamiento, misil táctico y acompañamiento supersónico de carambola! ¡Qué espectáculo!

La familia escucha embelesada. El locutor mantiene el tono entusiasta:
—Europa se suma al partido, si señor, es Francia, la invencible, la de Zidane, lanza su misil estratégico y misil alemán de apoyo, y ojo, ojo… ¡triple rebote atmosférico! ¡Golazo! ¡Golazo nuclear sobre el hemisferio norte! Pulso electromagnético y hongo de 370 m, como escuchan, 370 m de hongo.

El abuelo, emocionado, se levanta. —Nos están goleando, pero qué partido, carajo. – grita y el locutor se pone solemne:

—Queridos oyentes, les recomendamos acercarse a las ventanas. A la cuenta de cinco podrán ver un resplandor histórico. El primer gol a Europa. Cinco, cuatro, tres, dos uno… –

La casa se ilumina como un estadio y por un instante, todo es color, ruido y viento caliente. Los vidrios tiemblan, las paredes respiran, y la radio sigue narrando, imperturbable.