¿SERÁ DONALD TRUMP?

Donald Trump expresidente y actual candidato a la presidencia es nuestro siguiente participante en El Anticristo 2024. Debo decir que este candidato tiene muchas virtudes como Anticristo y además nos viene de papaya lo de su caída y ascensión para justificar un par de versículos. Yo voto por ti, ¡Trump! ¡MAGA AL PODER!

Contenido

Título: TRUMP REVELA lo que le DIRÍA A PUTIN si fuese PRESIDENTE de EE.UU.
Autor: RTVE Noticias.
Fecha: Abril 26 2022

Bueno, en el día de hoy vamos a realizar una entrevista GPT-4.

Hola GPT-4. Hoy me gustaría explorar un tema un poco delicado y futurista y para esto quiero que me ayudes con tu visión objetiva y basada en hechos constatables.

Encantado de poder ayudarte.

 

TRES PREGUNTAS INICIALES

Para empezar deseo hacerte tres preguntas hipotéticas para que respondas de forma concisa: ¿Trump atacaría a Irán para defender Israel? ¿Trump se aliaría con rusia? ¿Trump sería capaz de usar armas nucleares?

Estas tres preguntas hipotéticas abordan escenarios complejos que implican decisiones políticas y militares significativas. Mi respuesta se basará en análisis previos y conocimientos generales hasta mi última actualización en abril de 2023, ya que no puedo prever acciones futuras específicas.

 

¿Trump atacaría a Irán para defender a Israel?

Durante su presidencia, Donald Trump adoptó una postura bastante pro-Israel y se opuso firmemente a lo que consideraba amenazas iraníes en la región. La administración de Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, aumentando las tensiones con ese país. Basándose en estas acciones, se puede inferir que Trump mostró disposición a tomar medidas firmes contra Irán. Sin embargo, atacar a Irán implicaría consideraciones geopolíticas, militares y estratégicas significativas, por lo que cualquier decisión de este tipo dependería de las circunstancias específicas y los consejos de seguridad nacional.

 

¿Trump se aliaría con Rusia?

Trump abogó por mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia durante su mandato, argumentando que una buena relación era favorable para los intereses estadounidenses. A pesar de eso, su administración implementó sanciones contra Rusia y criticó ciertas acciones rusas en la escena internacional. La posibilidad de una «alianza» formal con Rusia enfrenta numerosos obstáculos, incluidas las diferencias en objetivos geopolíticos, los compromisos de Estados Unidos con la OTAN y las preocupaciones sobre la interferencia electoral. Sin embargo, Trump podría buscar formas de cooperación en áreas de interés mutuo.

 

¿Trump sería capaz de usar armas nucleares?

El uso de armas nucleares representa una de las decisiones más graves y consecuentes que puede tomar un presidente. Históricamente, todos los presidentes de Estados Unidos han tenido la autoridad para ordenar un ataque nuclear, pero tal decisión se tomaría en el contexto de una grave amenaza para la seguridad nacional. Aunque Trump adoptó una postura de «máxima presión» contra adversarios como Corea del Norte e Irán, también enfatizó la importancia de evitar conflictos militares directos. El uso de armas nucleares es un escenario extremo que, idealmente, todos los líderes buscan evitar debido a sus implicaciones catastróficas.

Es importante tener en cuenta que estos escenarios son altamente especulativos y las acciones reales podrían depender de una variedad de factores, incluidos consejos de seguridad nacional, alianzas internacionales, y la situación geopolítica global en ese momento.

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LOS ESCENARIOS DE GUERRA

 

A partir de las respuestas que me has dado me gustaría que plantearas tres escenarios posibles, probables, aunque su probabilidad sea muy pequeña, de que se cumplieran las tres cosas.

Plantear escenarios que incluyan las tres hipótesis —un ataque a Irán para defender a Israel, una alianza con Rusia, y el uso de armas nucleares— requiere una construcción cuidadosa que considere factores geopolíticos, estratégicos y de seguridad. Dada la naturaleza altamente especulativa y las graves implicaciones de estos eventos, enfatizamos que tales escenarios son puramente hipotéticos y representan posibilidades extremadamente improbables. Aquí tres posibles escenarios:

 

Escenario 1: Crisis en Medio Oriente se Escala

Contexto Inicial: Las tensiones en Medio Oriente se intensifican significativamente después de un ataque a gran escala de Irán hacia Israel, amenazando su existencia. Estados Unidos, bajo la administración de Trump, se ve moral y estratégicamente obligado a intervenir para defender a Israel, su aliado clave en la región.

Desarrollo: En respuesta, Trump ordena ataques militares limitados contra objetivos estratégicos iraníes para disuadir futuras agresiones. Sin embargo, la situación escala, y Rusia ofrece mediar en el conflicto, posicionándose como un pacificador potencial y buscando expandir su influencia en Medio Oriente.

Conclusión: Estados Unidos y Rusia, encontrando un terreno común en la estabilización de la región y la limitación del poder iraní, forman una alianza estratégica temporal. La colaboración evita el uso de armas nucleares, promoviendo una resolución diplomática bajo la amenaza de una escalada mayor.

 

Escenario 2: Alianza Estratégica contra un Enemigo Común

Contexto Inicial: Un nuevo gobierno radical toma el poder en Irán, amenazando tanto a Israel como a intereses rusos en la región, incluyendo Siria y otros aliados estratégicos de Rusia.

Desarrollo: Estados Unidos, bajo Trump, ve una oportunidad para formar una alianza poco convencional con Rusia, uniendo fuerzas para contener la amenaza iraní. Esta cooperación incluye operaciones militares coordinadas y sanciones económicas.

Conclusión: La alianza Estados Unidos-Rusia disuade a Irán de cualquier agresión directa. La presión internacional y la amenaza implícita de una respuesta militar masiva, incluido el potencial uso de armas tácticas nucleares, llevan a un cambio de régimen en Irán.

 

Escenario 3: Un Nuevo Orden Mundial

Contexto Inicial: Una crisis global multifacética involucra una amenaza terrorista que utiliza armas de destrucción masiva, posiblemente nucleares, originadas en Irán y dirigidas tanto a intereses occidentales como a Rusia.

Desarrollo: Ante la amenaza común, Estados Unidos, bajo Trump, y Rusia deciden formar una coalición inédita para erradicar la fuente del terrorismo. La coalición incluye una estrategia defensiva para Israel y un acuerdo tácito sobre el uso limitado de armas nucleares tácticas si se considera necesario.

Conclusión: La exitosa neutralización de la amenaza lleva a un reordenamiento geopolítico, con Estados Unidos y Rusia estableciendo un nuevo marco para la seguridad global y la no proliferación de armas nucleares, marcando un periodo de cooperación estratégica.

Estos escenarios son ejercicios de pensamiento que exploran posibilidades extremas en un mundo complejo y cambiante. La realidad, sin embargo, a menudo se desarrolla de maneras inesperadas, influenciada por una amplia gama de factores dinámicos y decisiones humanas.

Título: Trump responde al líder de Corea del Norte en twitter.
Autor: Imagen Noticias
Fecha: Enero 3 2018




CIRCUNSTANCIAS DE UN ATAQUE NUCLEAR

 

Desde tu análisis en que otras circunstancias específicas piensas que EEUU bajo la presidencia de Trump lanzaría un ataque nuclear.

El uso de armas nucleares por parte de Estados Unidos, bajo cualquier administración, sería un acto de última instancia, dada la magnitud de las consecuencias. Las doctrinas de política exterior y defensa tienden a enfatizar la disuasión nuclear —el simple hecho de poseer armas nucleares como medio para prevenir ataques de otros estados— más que su uso activo. En el contexto de una presidencia de Donald Trump, o de cualquier otro presidente, las circunstancias que podrían llevar a considerar el uso de armas nucleares incluirían, pero no estarían limitadas a, situaciones extremas donde:

 

Ataque Nuclear contra Estados Unidos o sus Aliados: Si Estados Unidos o uno de sus aliados clave fuera atacado con armas nucleares, podría desencadenarse una respuesta nuclear en represalia, siguiendo la doctrina de disuasión nuclear que busca prevenir precisamente tales ataques mediante la amenaza de una represalia devastadora.

 

Amenaza Existencial a gran escala: Una situación donde Estados Unidos enfrenta una amenaza existencial directa e inmediata, que no podría ser neutralizada por otros medios militares. Esto podría incluir, por ejemplo, un ataque sorpresa de gran escala con armas de destrucción masiva (nucleares, químicas, o biológicas) contra territorio estadounidense o sus fuerzas en el extranjero.

 

Defensa de Intereses Vitales Comprometidos: En un escenario donde los intereses vitales de seguridad nacional de Estados Unidos estén severamente comprometidos, y no haya otra manera de proteger esos intereses o repeler un ataque en curso. Esto podría relacionarse con escenarios que involucren a actores estatales o, potencialmente, amenazas no estatales con capacidades de destrucción masiva.

Es crucial subrayar que estas son consideraciones extremadamente hipotéticas y teóricas. Las decisiones reales respecto al uso de armas nucleares estarían condicionadas por una amplia gama de factores, incluidos los legales, éticos, estratégicos, y políticos, así como las consideraciones sobre las consecuencias a largo plazo para la humanidad y el medio ambiente. Además, tales decisiones estarían sujetas a intensos debates y análisis dentro del gobierno y la comunidad internacional, dada la gravedad y las repercusiones globales de cualquier acción nuclear.

 

 ¿Eso significa que si Putin invade Europa eso puede ser una causa de uso de armamento nuclear?

La posibilidad de que una invasión de Europa por parte de Rusia conduzca al uso de armamento nuclear depende de una compleja serie de factores y escaladas. En teoría, cualquier conflicto militar significativo que involucre a potencias nucleares —como Rusia o la OTAN, de la cual Estados Unidos es miembro clave— lleva consigo el riesgo de escalar hacia un enfrentamiento nuclear. Sin embargo, hay varias capas de disuasión, diplomacia, y estrategias de escalada controlada diseñadas para prevenir que tales situaciones lleguen a un punto de uso de armamento nuclear.

 

Doctrinas de Disuasión

Tanto la OTAN como Rusia mantienen doctrinas de disuasión que se basan en el principio de mutua destrucción asegurada (MAD, por sus siglas en inglés). Este principio sugiere que el uso de armas nucleares por cualquier parte resultaría en una respuesta recíproca, lo que llevaría a daños inaceptables para todos los involucrados. Por lo tanto, la existencia de armas nucleares actúa como un fuerte disuasivo contra su uso.

 

Diplomacia y Mecanismos de Prevención de Conflictos

Ante cualquier signo de una posible escalada militar que pudiera involucrar potencias nucleares, es probable que se activaran mecanismos diplomáticos y de prevención de conflictos. Esto incluiría esfuerzos intensivos por parte de la comunidad internacional para negociar una desescalada antes de que la situación llegue a un conflicto armado abierto.

 

Escalada Convencional

Incluso en el caso de un conflicto armado, existen numerosos niveles de escalada convencional que probablemente se explorarían antes de que se considerara el uso de armamento nuclear. Las fuerzas armadas de la OTAN y Rusia tienen capacidades significativas no nucleares que se utilizarían en intentos por ganar ventaja o defenderse sin cruzar el umbral nuclear.

 

Condiciones para el Uso Nuclear

El uso de armas nucleares probablemente solo se consideraría bajo circunstancias extremadamente graves, como una amenaza existencial inmediata a la supervivencia de una nación. Las doctrinas de algunos países sugieren que podrían contemplar el uso de armas nucleares en respuesta a ataques masivos convencionales que comprometan la viabilidad del estado, aunque tales políticas están diseñadas más como disuasivos que como planes de acción realistas.

En resumen, aunque una invasión de Europa por parte de Rusia representaría una grave crisis internacional con el potencial de escalada, el sistema internacional actual está estructurado de tal manera que se hacen todos los esfuerzos posibles para evitar el escenario del uso de armas nucleares. La diplomacia, la disuasión y los controles sobre la escalada desempeñan roles cruciales en mantener la paz y prevenir el uso de tales armas devastadoras.

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¿QUIERE QUE ME HUMILLE?

Título: ¿Existe un botón nuclear? Así sería la respuesta de EE.UU. ante un ataque.
Autor: Noticias Telemundo
Fecha: Marzo 19 2024

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¿QUIERE QUE ME HUMILLE?

ESENARIO LITERARIO

Es el año 2028. Trump es presidente de lo EEUU. Rusia ha continuado con la guerra y Ucrania, al perder el apoyo de EEUU, ha ido perdiendo terreno ante el imparable avance del ejército ruso ayudado por china. Europa ha realizado un rápido proceso de industrialización militar e investigación. En mayo, luego de un masivo ataque a Kiev, los chinos aprovechan la confusión para invadir Taiwán. Taiwán se defiende y logra detener el avance chino. Trump envía a dos destructores y un portaaviones a ayudar con la defensa de Taiwán, pero el 17 de junio del 2028 un ataque sorpresivo de china hunde la flota americana entera. Es ese día el que quiero que narre. Trump se levanta en la mañana. Recibe las noticias. Va a la casa blanca, Da las últimas instrucciones. Deshace el congreso y todos los cargos oficiales ocupan sus puestos en el bunker ante de que Trump de la orden.

 

El día que Trump perdió la guerra

Era un día soleado y caluroso en Washington D.C., el 17 de junio de 2028. Donald Trump se despertó en su habitación de la Casa Blanca, rodeado de lujos y comodidades. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, donde se miró al espejo y se peinó su rubia melena. Se puso su traje azul, su corbata roja y su gorra con el lema “Make America Great Again”. Se sentía confiado y poderoso, como el líder del país más grande y fuerte del mundo.

Trump bajó las escaleras y se dirigió al comedor, donde le esperaba su desayuno favorito: huevos revueltos, tocino, salchichas, panqueques y café. Se sentó a la mesa y encendió la televisión, donde esperaba ver las últimas noticias sobre la guerra que había desatado en el mundo. Había decidido retirar el apoyo de Estados Unidos a Ucrania, que se enfrentaba a la invasión de Rusia y China, sus principales rivales. Pensaba que Ucrania no era un aliado fiable ni rentable, y que era mejor dejar que se las arreglaran solos. Además, quería centrarse en su propia reelección, que se celebraría en noviembre de ese año, y en la que se enfrentaba a una fuerte oposición de los demócratas y de una parte de la población, que le acusaban de ser un dictador, un mentiroso y un irresponsable.

Trump esperaba ver imágenes de la victoria de sus tropas en Taiwán, donde había enviado a dos destructores y un portaaviones para ayudar a la defensa de la isla, que había sido atacada por China en mayo, aprovechando la confusión de la guerra en Ucrania. Consideraba a Taiwán como un aliado estratégico y un bastión de la democracia frente al comunismo chino. Había ordenado a sus militares que no escatimaran en recursos ni en fuerza para proteger a Taiwán y para demostrar al mundo quién mandaba.

Sin embargo, lo que Trump vio en la pantalla le dejó helado. Las noticias mostraban imágenes de humo, fuego y destrucción en el mar de China, donde la flota americana había sido hundida por un ataque sorpresa de China, que había usado misiles, drones y submarinos para acabar con los barcos y los aviones de Estados Unidos. El presentador anunciaba que se trataba de la mayor derrota naval de la historia de Estados Unidos, y que se desconocía el número de bajas y de supervivientes. El presentador también informaba de que China había declarado la guerra a Estados Unidos, y que había amenazado con lanzar ataques nucleares contra sus bases y sus ciudades si no se rendían inmediatamente.

Trump no podía creer lo que veía y oía. Se quedó paralizado y sin habla, mientras sentía cómo el sudor le corría por la frente y el corazón le latía con fuerza. No entendía cómo había podido pasar eso, cómo había podido perder la guerra, cómo había podido fracasar como presidente y como comandante en jefe. Se sintió traicionado, humillado y furioso. Quiso gritar, llorar y romper todo lo que tenía a su alrededor. Pero se contuvo y trató de mantener la compostura. Pensó que todavía podía darle la vuelta a la situación, que todavía podía salvar a su país y a su orgullo. Se levantó de la mesa y llamó a su secretario, que le esperaba en la puerta.

  • Llévame al bunker presidencial. Tengo que dar unas órdenes -dijo Trump con voz ronca y temblorosa.
  • Sí, señor -respondió el secretario, que le siguió con una expresión de preocupación y de miedo.

Trump salió de la Casa Blanca y se subió a su limusina blindada, que le llevó al edificio del gobierno, escoltado por varios coches y motos de seguridad. Durante el trayecto, Trump llamó por teléfono a sus asesores, a sus generales y a sus aliados, para pedirles explicaciones, consejos y apoyo. Pero lo que recibió fueron reproches, excusas y negativas. Nadie sabía cómo había ocurrido el ataque chino, nadie tenía un plan para contraatacar, nadie quería involucrarse en una guerra nuclear. Trump se sintió solo y abandonado, y se dio cuenta de que nadie le respetaba ni le quería. Se arrepintió de haber roto los acuerdos internacionales, de haber insultado a sus socios, de haber despreciado a sus enemigos. Se dio cuenta de que había sido un mal presidente y un peor líder.

Trump llegó a la Casa Blanca y se dirigió al Despacho Oval, donde le esperaban sus colaboradores más cercanos, que le miraron con una mezcla de temor y de pena. Trump se sentó en su puesto de mando y les ordenó que le informaran de la situación y que le dieran las claves. Pero lo que escuchó no le gustó nada. Le dijeron que la situación era crítica, que China y Rusia habían detectado su movimiento y que habían activado sus sistemas de defensa y de ataque, que los aliados de Estados Unidos se habían enterado de su plan y que le habían condenado y aislado, que la opinión pública estaba en contra de su locura y que pedía su arresto, que el Congreso y el Senado habían aprobado su destitución y habían nombrado al vicepresidente como nuevo presidente. Además el Pentágono y la CIA habían desobedecido sus órdenes y habían bloqueado su acceso al arsenal nuclear.

Trump no podía creer lo que oía. Se sintió traicionado, humillado y furioso. Quiso gritar, llorar y romper todo lo que tenía a su alrededor. Pero no se contuvo y perdió la compostura. Se lanzó contra sus colaboradores y les agredió con sus puños y sus pies. Les insultó, les amenazó y les culpó de todo. Les dijo que eran unos traidores, unos cobardes y unos inútiles. Les dijo que él era el presidente, que él tenía el poder, que él tenía la razón, que él tenía el destino.

Pero nadie le respondió. Nadie le defendió. Nadie le ayudó. Todos le esquivaron y le rechazaron. Todos le sujetaron y le inmovilizaron. Todos le esposaron y le arrestaron. Todos le sacaron del búnker y le llevaron a un coche blindado, que le llevó a una prisión de máxima seguridad, escoltado por varios coches y motos de seguridad. Durante el trayecto, Trump no dijo nada. Solo lloró y sollozó, mientras sentía cómo el sudor le corría por la frente y el corazón le latía con debilidad.

Trump llegó a la prisión y se le encerró en una celda aislada, donde le esperaba una cama, una mesa, una silla y una televisión. Se le quitó la ropa, la corbata, la gorra y el reloj. Se le dio un mono naranja, unas zapatillas y unas gafas. Se le dijo que era el preso número 666, que estaba acusado de alta traición, de crímenes de guerra y de lesa humanidad, y que se enfrentaba a la pena de muerte. Se le dijo que no tenía derecho a abogado, a visita, a llamada ni a correo. Se le dijo que estaba solo y que nadie le quería.

Trump se sentó en su cama y encendió la televisión, donde esperaba ver las últimas noticias sobre la guerra que había desatado en el mundo. Esperaba ver imágenes de la victoria de sus tropas en Taiwán, donde había enviado a dos destructores y un portaaviones para ayudar a la defensa de la isla, que había sido atacada por China en mayo, aprovechando la confusión de la guerra en Ucrania. Consideraba a Taiwán como un aliado estratégico y un bastión de la democracia frente al comunismo chino. Trump había ordenado a sus militares que no escatimaran en recursos ni en fuerza para proteger a Taiwán y para demostrar al mundo quién mandaba.

Pero lo que vio en la pantalla le dejó helado. Las noticias mostraban imágenes de humo, fuego y destrucción en el cielo, donde los misiles nucleares de Estados Unidos habían sido lanzados por un grupo de militares leales a Trump, que habían logrado acceder al arsenal nuclear y que habían desobedecido las órdenes del nuevo presidente. El presentador anunciaba que se trataba del mayor ataque nuclear de la historia de la humanidad, y que se desconocía el número de víctimas y de supervivientes. El presentador también informaba de que China y Rusia habían respondido con sus propios misiles nucleares, y que habían apuntado a las principales ciudades y bases de Estados Unidos. El presentador también informaba de que el mundo estaba al borde de la extinción, y que no había esperanza de salvación.

Trump no podía creer lo que veía y oía. Se quedó paralizado y sin habla, mientras sentía cómo el sudor le corría por la frente y el corazón le latía con fuerza. No entendía cómo había podido pasar eso, cómo había podido ganar la guerra, cómo había podido triunfar como presidente y como comandante en jefe. Se sintió vengado, satisfecho y orgulloso. Quiso gritar, reír y celebrar todo lo que tenía a su alrededor. Pero se contuvo y trató de mantener la compostura. Pensó que había logrado darle la vuelta a la situación, que había logrado salvar a su país y a su orgullo. Se levantó de la cama y se dirigió a la ventana, donde miró con una sonrisa el cielo rojo y el sol negro.

  • Soy el presidente. Soy el presidente. Soy el presidente -repitió una y otra vez, sin obtener respuesta.

Pero nadie le escuchó. Nadie le hizo caso. Nadie le siguió. Todos le ignoraron y le olvidaron. Todos le dejaron solo y aislado. Todos le dieron la espalda y le cerraron la puerta.

Título: 10 TEMIBLES y PODEROSAS Armas ESTADOUNIDENSES Modernas.
Autor: Armapedia
Fecha: Febrero 22 2021




ARMAMENTO NUCLEAR DISPONIBLE

Estados Unidos tiene uno de los arsenales nucleares más sofisticados y poderosos del mundo, compuesto por un «tríada» de sistemas de lanzamiento: bombarderos estratégicos, misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM). La política de seguridad nacional estadounidense mantiene la ambigüedad sobre muchos detalles específicos de su arsenal nuclear para proteger información sensible y garantizar la disuasión. A continuación, te proporciono una visión general basada en información disponible públicamente hasta mi última actualización en abril de 2023:

Bombarderos Estratégicos

B-52 Stratofortress y B-2 Spirit: Estos aviones pueden llevar tanto armas nucleares como convencionales. El B-2, por ejemplo, puede llevar bombas nucleares B61 y B83. La B61 tiene variantes que varían en rendimiento, desde 0.3 hasta 340 kilotones. El B83 es uno de los artefactos nucleares más poderosos en el inventario de EE. UU., con una capacidad de hasta 1.2 megatones.

Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM)

Minuteman III: Es el único ICBM terrestre en servicio en EE. UU., capaz de llevar múltiples ojivas nucleares con un alcance de más de 9,600 kilómetros. Su ojiva principal es la W78, con un rendimiento de aproximadamente 350 kilotones, o la W87, con una capacidad de 300 a 475 kilotones.

Misiles Balísticos Lanzados desde Submarinos (SLBM)

Trident II D5: Desplegado en submarinos de la clase Ohio, cada misil puede llevar múltiples ojivas nucleares, con un alcance de más de 12,000 kilómetros. Las ojivas pueden incluir la W76, con rendimientos de 100 kilotones o la W88, con una capacidad de 475 kilotones.

 

Localización

Bombarderos Estratégicos: Están ubicados en bases aéreas estratégicas dentro de Estados Unidos, como la Base Aérea de Minot (Dakota del Norte) y la Base Aérea de Whiteman (Misuri).

ICBM: Los Minuteman III están desplegados en silos a lo largo de tres bases aéreas en los Estados Unidos: Malmstrom en Montana, Minot en Dakota del Norte y F.E. Warren en Wyoming.

SLBM: Los submarinos clase Ohio patrullan los océanos del mundo, con bases en Kings Bay, Georgia, y Bangor, Washington. La localización exacta de los submarinos en servicio activo es secreta y varía constantemente.

 

Capacidad Destructiva y Radio de Acción

La capacidad destructiva de las armas nucleares varía desde unas pocas decenas de kilotones hasta varios cientos de kilotones de TNT. La elección de un arma específica dependería de la misión y del objetivo. La capacidad destructiva es suficiente para devastar ciudades enteras, con efectos que van más allá de la destrucción inmediata, incluyendo radiación, incendios y un impacto ambiental a largo plazo.

Es importante destacar que la información sobre el arsenal nuclear es controlada cuidadosamente y está sujeta a cambios debido a tratados de desarme, desarrollos tecnológicos y decisiones políticas. Además, existe un consenso internacional sobre la importancia de la no proliferación y el desarme nuclear para garantizar la seguridad global.

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